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La inexorable certeza de que al otro de la valla debe haber algo

domingo, 6 de febrero de 2011

De una alegre bienvenida de domingo!

Tiempo de cambio. La inseguridad que provoca sentarse de espaldas en un balcón. La certeza de haber tenido pesadillas sin recordarlas. El sabor a óxido en la boca después de tocar una barandilla. La rendija de sol que se cuela a través de la catedral. La luz sobre un trozo de piel tiritante. Tiempo de cambio.







Es lo más serio que puedo decir...(perdonen esta melancolía de domingo, no volverá a pasar)

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